Los nuevos recortes del gobierno están dando que hablar. Nos han metido el miedo en el cuerpo y nos invitan a la reflexión. Se ha malgastado, robado, dilapidado… un gran caudal del dinero público: del dinero del ciudadano, que tan religiosamente contribuye a las arcas del Estado tras cumplir diligentemente con su obligación de formalizar la puñetera declaración de la renta.
Esperemos que estos recortes nos afecten a todos de manera democrática; es decir: por igual, y se aplique también un buen recorte a los mega sueldos de algunos dirigentes y a sus grandiosas partidas de dinero para la representación, milonga, agasajo, publicidad, patrocinios, viajes, hoteles de lujo, limusinas, champagnes… (aquí recorto yo mi queja, pues he dedicarme a lo mío de forma diligente)
Y sí… como iba diciendo: hay que ceñirse el cinturón. Entre todos, podemos.
I LOVE GREAT BRITAIN 