Si eres conductor tendrás que mantener la calma y respetar los pasos de cebra. Si pierdes la paciencia, si no paras, si no cedes el paso a los peatones… si resulta que éstos son ancianos que necesitan más tiempo para recorrer el paso de cebra… entonces tienes un problema: puede ser que seas un imbécil. Pero no te preocupes, eso se arregla bajando el volumen de lo que tú consideras música —y que no lo es—. Créeme, que empana y daña el cerebro
Las prisas, el ruido, el exceso de trabajo o de cualquier otra cosa… producen estrés: un estado bastante incómodo que se agarra al pecho, con el que se tiene la sensación de ir a toda velocidad, como si nuestros asuntos, por mantener tal actitud, fueran a finalizarse antes. O bien tu corazón termina estallando, o lo haces tú, frenando esa vorágine absurda (esto debiera ser lo más adecuado: al menos sigues viviendo). Si los demás necesitan llevar un cohete metido en su trasero, ése es su problema. El tuyo es mantener la calma… Reivindica tus derechos and be happy…
Resulta chocante… el vaivén al que nos tienen abocados los medios y las clases dirigentes. Crisis, circo, robos, estafas, recortes, enchufismos, indultos… Las noticias suenan en todos los rincones, crispando el Anima Mundi. El ciudadano, perplejo, no sabe ya a qué atenerse. Quizá todo sea un sueño; un vulgar sueño. Quizá la crisis sea un invento macabro; un qué decir en este momento para sostener un sistema insostenible, nefasto… Supongo que habrá que tener mucha clase y estilo, y ante todo, mucha calma, para sortear este absurdo Estado Circense. Habrá que comportarse como un príncipe… o, mejor aún: como un rey, pues ante todo somos personas, y no marionetas susceptibles de ser zarandeadas de un lado a otro por mor del estúpido Discurso de Valores Dominante (DVD)
Bienvenidos al burdel…
I LOVE GREAT BRITAIN 